5 de nov. 2007

Paul Weller: El Apolo Mod (una entrevista)



Paul Weller es pura realeza pop. Un noble guapetón de linaje mod inglés, y una celebridad de las que provocan a su paso que la gente se fracture el cuello estilo Linda Blair tratando de verle. Esa fama, Weller la ha alcanzado a base de hacer discos intensos y bellos, y colocando durante tres décadas muchas canciones en el Top 10 británico. Paul Weller (1958, Woking) fue el líder y fundador de The Jam, posteriormente de The Style Council, y desde 1990 exitoso artista en solitario con nombre y apellidos. En términos de talento musical, Weller es pues un apolíneo Dios Viviente del Pop que comparte limbo con Pete Townshend, Ray Davies o Curtis Mayfield, pero también una personalidad compleja y un señor con genio del que hace tartamudear a entrevistadores.
Condensar en pocas palabras lo que sus dos ex-grupos representan es imposible. The Jam eran más que un grupo, como se dice del Barça. Una forma de vida, un ejército, algo a lo que pertenecer. Las canciones de Weller eran los Mandamientos, y en cuanto a seguimiento enfervorizado y fiel, los Jam no tenían parangón. Las pocas bandas de su época que provocaban una identificación social semejante (Dexys Midnight Runners, Madness o The Specials, por ejemplo), Weller los desecha hoy de un manotazo: “No veo ninguna conexión con esos grupos. Los pocos que me gustaban en el momento eran Wire, Gang of Four, Slits o Joy Division”.

Pero si The Jam eran un fenómeno único, su siguiente grupo, The Style Council, fue un refugio de incomprendidos. Weller desechó por completo la idea de grupo de rock, dejó de tocar la guitarra para expresar su rechazo, y se lanzó a realizar música de inspiración negra que rompió en parte con el legado de pop fiero de The Jam. Cambios grandes, que el músico desdeña hoy; pues Weller, oh no, ha cambiado de idea. “Eso era sólo como me sentía en la época. Lo cierto es que el rock no está muerto; está vivo y bien saludable. Todo lo que dije entonces fue porque estaba muy involucrado en política, típico de los primeros 80. Las comunidades estaban fracturadas, al igual que los sindicatos; mis ideas surgían de ese ambiente”. El Weller que en 1988 diría “Para mí, la música rock es un anacronismo” toca hoy rock de bandera y se codea con Oasis y Ocean Colour Scene, grupos que –de existir- hubiese crucificado en su juventud. “La vida es así” –dice, sin asomo de ironía- “La gente cambia según van pasando los años. Todo eso es algo que ya no me importa”. Pero, ¿Y todos esos looks magníficos, esas declaraciones inspiradoras? “La mayoría me dan algo de vergüenza. Me da escalofríos ver algunas de esas fotos. Tienes que comprender que yo crecí en público. Las etapas peores de una vida, en mi caso fueron registradas y analizadas. Aquellos peinados...”.

Otro cambio de Paul Weller ha sido su actitud política. De vociferante socialista (uno de sus éxitos, Shout to the top, decía sin tapujos: “No te equivoques / Esto es lucha de clases”) y miembro de la plataforma Red Wedge, Weller ha pasado a un apoliticismo muy brit-rock. “Ya no me identifico con aquello. Todos los políticos me decepcionaron. Creo que es un gran timo, ¿no? Todos ellos, los Blairs y los Bushes, tienen planes ocultos. Estoy muy desilusionado, pero aún estoy contra la guerra. No me parece bien que un gobierno pueda ir y bombardear a esos pobres desgraciados”. Adiós Weller El Dandy Rojo, Hola Weller El Lad (Lad: joven inglés fan de la ropa casual, el fútbol, emborracharse y las chicas) ¿Muy Oasis? “Me encantan los dos primeros discos de Oasis, recogieron bien el espíritu de los 90. Un grupo indie shoegazer hecho de lads a los que les gustaba solo follar y el fútbol. Un grupo que no temía no ser intelectual; no sé si esto era bueno o malo, pero sí diferente. En cuanto a la bebida, somos una nación de borrachos. Es un rollo isleño: o bebes o te vuelves loco. Las épocas en que he sido abstemio me he aburrido mucho”.

Dos cosas para las que Weller nunca ha tenido opiniones contradictorias han sido los discos buenos y su pertenencia al lóngevo culto mod. Para lo segundo, solo tiene elogios: “Aunque se inspire en parte en el pasado, creo que lo mod es aún relevante y contemporáneo, y evoluciona constantemente con el tiempo. El rollo mod va de coger como una urraca todo lo que sea bueno. Cuando apareció el punk, para mí fue lo mismo: Chicos buscando su voz, creando caminos. Es un viaje formativo de auto-conocimiento juvenil, inherente a Inglaterra, único, algo que incluso hoy empapa toda la cultura; mira el peinado del cantante de los Arctic Monkeys, tío. Algo poderoso, chicos creciendo y entrando a formar parte de subculturas, de pandillas, exhibiendo su estilo y escuchando música enorme”. Discos, siempre discos: la universidad del fanático Weller y su mayor influencia. “Toda la vida soul, de los 50, 60 o 70. Reggae y ska también, claro. Compro discos a destajo, y siempre tengo la sensación de que se me escapan cosas. De ahora me gustan Hard-Fi, Arctic Monkeys, The Enemy (que tienen muy buenas letras) y los Babyshambles. Pete (Doherty) tiene mucho talento, a pesar de todas las gilipolleces que hace”.

Weller ha tenido siempre la antena bien puesta. En los 90, fue uno de los únicos artistas pop que abrazó el nuevo house americano, llegando incluso a grabar un disco que rechazó Polydor. “Todavía me encanta el house de los 80 y 90: Promised land, Blaze, Join hands... Fue frustrante cuando la prensa nos destrozó. Seis años después, la gente empezó a comprender”. Señalar el camino a seguir ha sido siempre algo muy Welleriano; muchos fans conocieron a escritores como Colin McInnes, poetas como Adrien Henri, dramaturgos como Joe Orton y bandas como The Action gracias a las declaraciones de amor de Weller. Es imposible pues despedirse del Modfather sin preguntar quiénes fueron los que le marcaron el camino a él. “Los grupos con los que crecí: Beatles y Who. John Lennon hablaba en una entrevista de Buffalo Springfield o El libro tibetano de los muertos, y yo salía corriendo a comprarlos”. Weller quizás habrá cambiado, pero su entusiasmo juvenil nunca lo hará.

Kiko Amat


(Entrevista publicada originalmente en el periódico El Pais del 26 de octubre de 2007. El artículo aparecería en una forma abreviada por razones de espacio; esta versión es la que estaba pensada como definitiva)


Nota: Algunas respuestas de Weller no aparecerían en el artículo final. Para los coleccionistas de trivia Welleriana, el músico definiría lo rave como "basura aporreante para borrachos", declaró sentirse halagado por la eclosión del mod revival de 1979, reaccionó ante nombres como Orange Juice y Vic Godard como si fuese la primera vez que los oía en su vida, afirmó que en Inglaterra "siempre han existido grandes peinados, lo que no sé si es una cosa buena" y puso como ejemplos de canciones favoritas de ahora mismo el "Wear it in your face" de The Dells y una versión reggae del "Crazy mixed-up girl" de cuyo autor no recordaba el nombre "pero era algo así como The Creators". Weller, además, dice totally man e innit todo el rato, rie más de lo esperado, no tiene ningún interés -como ya se ve en el artículo- en casi ninguno de sus aesthetics ni declaraciones pretéritas y suena, en general, como un señor inglés cualquiera al que nos hubiésemos encontrado en los urinarios y con el que intercambiáramos unos cuantos clichés meadores.