23 de set. 2009

¡Pioneros! #4: Blake Schwarzenbach














¿En qué momento de tu vida has sido más feliz?
Cuando pierdo el miedo y habito esta ahoridad incognoscible.

¿Cuál es tu mayor temor?
El matrimonio. El servicio militar.

¿Cuál es tu primer recuerdo?
Cuando me operaron por una caída que tuve cuando tenía tres años o así - el médico me ató a una camilla y hacía caras sonrientes mientras me suturaba la mejilla.

¿A qué persona (viva) admiras más y por qué?
Amy Goodman de Democracy Now! Dice la verdad cada día y le da a la gente una alternativa a la maquinaria mediática de los EEUU.

¿Cuál es el rasgo que menos te gusta de ti mismo?
Vanidad. Impetuosidad.

¿Cuál es el rasgo que menos suele gustarte de los demás?
La ignorancia y la convicción que esta conlleva.

¿Dónde te gustaría vivir?
Edimburgo y/o Beirut.

¿En qué época histórica te gustaría haber vivido?
1789-1821.

¿Cuál sería tu superpoder?
Vuelo subacuático.

¿Qué te deprime?
La repetición.

¿Has estado alguna vez en una pelea?
Sí. “I get knocked down.”

¿Matarías?
Si se dieran las circunstancias adecuadas, sí.

¿Quién haría de ti en el biopic de tu vida?
Live Schreiber.

Haznos una lista de tus (4 o 5) libros favoritos.
Moby Dick
The Brothers Karamozov
Hamlet (lo considero un ‘libro’ porque es más que una obra de teatro)
Postmodernism or the Cultural Logic of Late Capitalism de Fredric Jameson
King de John Berger.

Si es posible, Haznos una lista de tus (4 o 5) discos/canciones favoritos.
X – Los Angeles
Unwound – Fake Plastic Ideas
(N. del E.: Unwound tienen dos discos distintos llamados respectivamente Fake Train y New Plastic Ideas, ¿Quizás está haciendo un juego de palabras y se refiere a una combinación de los dos? ¿O directamente se ha equivocado? Mmmm)
Morrissey – Vauxhall and I
Gang of Four – Solid Gold.

¿Vinilo, CD o MP3?
Sí a los tres.

Haznos una lista de tus (4 o 5) películas favoritas
“Together” de Moddysson (Suecia)
“Reprise” (Noruega)
“The Game” (EEUU, David Fincher)
“Bad News Bears” (EEUU, Michael Ritchie)

¿Tienes unos zapatos favoritos?
Converse negras.

¿Cuál es tu olor favorito?
El asfalto mojado por la lluvia. Mantillo. Agua.

¿Y tu comida?
El gazpacho, la remolacha recién cosechada.

¿Y tu bebida?
El café.

¿Cómo te defines políticamente?
A la izquierda de la locura.

¿Qué es lo que menos te gusta de tu aspecto?
Que la gente pueda ver mis sentimientos, no importa cuánta ropa lleve.

¿Cuál es tu placer culpable?
El sexo anónimo en las areas de descanso.

¿Qué les debes a tus padres?
Un inconformismo crítico.

¿A quien invitarías a tu fiesta ideal?
Wilfred Owen, Anne Sexton, John Keats, Mahmoud Darwish.

¿Qué palabras o muletillas usas más a menudo?
No; nunca; rotundamente.

Si pudieses cambiar tu pasado, ¿Qué cambiarías?
Iría más lento en lo que respecta a mis sentimientos.

¿Cuando fue la última vez que lloraste, y por qué?
Vivo al borde del llanto constantemente.

¿Cómo te relajas?
Corriendo y leyendo.

¿Has estado alguna vez a punto de morir?
Una vez fui secuestrado y pensé que iban a matarme. Pero no lo hicieron.

¿Qué consideras tu mayor logro?
Compartir ideas impopulares con la gente y de vez en cuando hacerles participar en un diálogo progresista.

¿Qué te hace dormir mal?
El neoconservadurismo y el activismo cristiano.

¿Qué canción o canciones te gustaría que sonaran en tu funeral?
“The Anchor” de los Minutemen.

¿Dónde te gustaría estar ahora mismo?
París, paseando con una amante pervertida.

¿Cuál es tu posesión más preciada?
Mi gato, Scully.

¿Cómo te describirías a ti mismo?
Espinoso, hecho de sangre.

¿Cómo te gustaría ser recordado?
“Aquí yace uno cuyo nombre fue escrito en el agua”

(Blake Schwarzenbach fue miembro de Jawbreaker, influyente y seminal grupo de la escena punk de San Francisco de mediados de los 80, y posteriormente de Jets to Brazil. Ya desde sus comienzos en Jawbreaker, Blake destacó por su anti dogmatismo y su pensamiento crítico acerca de las limitaciones que comporta pertenecer a cualquier “escena” (sea esta de la naturaleza que sea) y, por consiguiente, regirse por cualquier tipo de reglas o normas. Actualmente, aparte de estar implicado en el movimiento contra la guerra, Blake reparte su tiempo entre su trabajo como profesor en el Departamento de Inglés del Hunter College en NY y los ensayos con su nueva banda forgetters (con "s" minúscula y sin "the"). Sus respuestas son exclusivas para La Escuela Moderna)

18 de set. 2009

¡Pioneros! #3: Holly Golightly

¿En qué momento de tu vida has sido más feliz?
Siempre que he estado con animales.

¿Cuál es tu mayor temor?
El abandono.

¿Cuál es tu primer recuerdo?
Calcetines blancos hasta la rodilla.

¿A qué persona (viva) admiras más y por qué?
A mi mejor amigo/a, porque es todo lo que yo quisiera ser y más.

¿Cuál es el rasgo que menos te gusta de ti misma?
La sobrepreocupación.

¿Cuál es el rasgo que menos suele gustarte de los demás?
La deslealtad.

¿Dónde te gustaría vivir?
Donde vivo ahora.

¿En qué época histórica te gustaría haber vivido?
La inglaterra elisabetiana.

¿Cuál sería tu superpoder?
Invisibilidad.

¿Qué te deprime?
Los reality shows.

¿Has estado alguna vez en una pelea?
¡En muchas!

¿Matarías?
Si se dieran las circunstancias adecuadas, sí.

¿Quién haría de ti en el biopic de tu vida?
Cualquier actriz de Eastenders iría bien.

Haznos una lista de tus (4 o 5) libros favoritos.
Mrs beetons family cookery
Poor cow - Nell Dunn
Tales from the newgate calendar - Rayner Heppenstal
Tragically I was an only twin - Peter Cook

Si es posible, Haznos una lista de tus (4 o 5) discos/canciones favoritos.
Canciones; con discos es más difícil.
"I'll do it for you" - Toussaint McCall
"You'll lose a good thing" - Barbara Lynn
"Typical girls" - The Slits
"Lost and looking" - Sam Cooke
"Teenage kicks" - Buzzcocks

¿Vinilo, CD o MP3?
Vinilo.

Haznos una lista de tus (4 o 5) películas favoritas
Passport to Pimlico
Abba the movie
I want to live
Helldrivers
The jerk

¿Tienes unos zapatos favoritos?
Tengo muchos pares de zapatos favoritos, me temo.

¿Cuál es tu olor favorito?
Cualquier cosa a la barbacoa.

¿Y tu comida?
Me gusta todo menos el tofu.

¿Y tu bebida?
Bourbon.

¿Cómo te defines políticamente?
A la izquierda del centro.

¿Qué es lo que menos te gusta de tu aspecto?
Cuando llevo manchas en la camisa.

¿Cuál es tu placer culpable?
Abba

¿Qué les debes a tus padres?
Absolutamente nada.

¿A quien invitarías a tu fiesta ideal?
Christopher Walken, Miranda Richardson y a mi mejor amigo/a.

¿Qué palabras o muletillas usas más a menudo?
Estás donde tú te has metido.

Si pudieses cambiar tu pasado, ¿Qué cambiarías?
Borraría todas las veces que me he comportado mal con gente que me importa.

¿Cuando fue la última vez que lloraste, y por qué?
Cuando me dejaron, recientemente.

¿Cómo te relajas?
Monto a caballo.

¿Has estado alguna vez a punto de morir?
Muy a punto, varias veces.

¿Qué consideras tu mayor logro?
No tener hijos.

¿Qué te hace dormir mal?
La preocupación.

¿Qué canción o canciones te gustaría que sonaran en tu funeral?
Eso depende de cómo muera, tiene que ser algo adecuado.

¿Dónde te gustaría estar ahora mismo?
Donde estoy.

¿Cuál es tu posesión más preciada?
Soy muy sentimental y poseo demasiados objetos preciados.

¿Cómo te describirías a ti mismo?
Azarosa.

¿Cómo te gustaría ser recordado?
Como alguien de buen corazón.

(Holly Golightly fue miembro de Thee Headcoatees, la respuesta femenina a Thee Headcoats de Billy Childish, y sus maracas aún resuenan en nuestros oídos por todas las veces que la vimos en el Boston Arms y la St.John's Tavern. Desde la disolución de aquellas ha sido talentosa e idiosincrásica cantautora en solitario de blues-garaje-punk del Delta de Medway. Sus respuestas son exclusivas para La Escuela Moderna)

10 de set. 2009

Barna 0, Extrarradi 4


Miqui Puig canta i Kiko Amat selecciona
Una vetllada celebrant les cançons pop de Los Sencillos i Miqui Puig.

Barna 0, Extrarradi 4
vol celebrar i defensar la música pop de Miqui Puig i Los Sencillos, en una vetllada jubilant en que el cantant i compositor tocarà hits i rareses (i potser versions) des del 1988 fins avui. En aquesta ocasió, però, no serà el propi Miqui el que escollirà repertori. L’escriptor Kiko Amat, fan del grup des del dia #1 -quan encara es deien Aullidos en el Garaje- rebuscarà en els discs, maquetes en K7 i en la seva memòria per confeccionar un setlist de grans èxits emocionals d’ahir i d’avui. “Polvos de talco”, Dexys i Housemartins, Prefab Sprout i Style Council, Northern soul i Sarah Records, mods i rockers, acid house i dolç pop, “Bonito es” i “Por la noche”. Tota la carrera del rei del pop de l’Ametlla revisada per l’escriptor de Sant Boi. Pur extrarradi power en pantalons blancs, el dimecres 16 de setembre a l’Heliogàbal (Ramón y Cajal, 80).
En acabar, discos floorshakers, footstompers, fingerclicking i heartbreakers seran punxats amb disciplina per Miqui Otero (Our Favorite Club) i Kiko Amat (Hungry Beat / La Escuela Moderna).

8 de set. 2009

Setlist ½ Hungry Beat Summer fun

Casi lo olvidamos, nerdazos y trainspotters discográficos. Aquí están algunos de los discos pinchados la noche Summer Fun del 31 de julio del 2009.

Kiko

THE BACKDOOR MEN Going her own way
BEAT HAPPENING Sea hunt
THE HOUSEMARTINS I’ll be your shelter
GILBERTO GIL & OS MUTANTES Domingo no parque
MARDEN HILL Curtain
LAURA NYRO And when I die
GAL COSTA Divino, maravilhoso
THE SNEETCHES Run in the sun
THE MOVE Fire brigade
THE MERRY GO-ROUND Time will show the wiser
THE TURTLES Glitter and gold
LOS ARCHIDUQUES Lamento de gaitas
THE FLEUR DE LYS Circles
LONE STAR La trilogía (Dios, el hombre y el amor)
BONNY ST. CLAIRE Tame me, tiger!
THE SYNDICATS Crawdaddy Simone
THE BEATPACK Not tonight
THE PRETTY THINGS Come see me
THE FALL Fantastic life
THE BARBARIANS Are you a boy or are you a girl
THE DILEMMAS Buffalo Bates
18 WHEELER Sweet tooth
BMX BANDITS Come clean
THE THREE O’CLOCK Her head’s revolving
LOS ELEGANTES Cerca de ti
LOS SENCILLOS Aullidos
LOS BURROS Rosa de los vientos
XTC Mayor of simpleton
DAVIE ALLAN & THE ARROWS Blue’s theme
THE FLESHTONES American beat ‘84
ANY TROUBLE Second choice
THE CLEANERS FROM VENUS Living with Victoria Grey
SEX CLARK FIVE Sarajevo
CHARADES Un día en Brighton
THE RUNAWAYS School days
BISCUIT Bearded chic
THE SOFT BOYS Only the stones remain
BACK TO ZERO Your side of heaven
THE CUTE LEPERS Police lights
THE GAS Ignore me
NEWTOWN NEUROTICS Suzi is a heartbreaker

Uri

Walter Carlos A clockwork orange
The Kinks Father christmas
Obits Run
Warren Zevon Lawyers, guns and money
Rudi Crimson
Peter and the Test Tube Babies Every second counts
The Barbarians Moulty
The Lines Background
The Bats Straight Image
Empire All these things
P.I.L. Rise
Pagans What's this shit called love
The Snakes world upside down
20/20 Yellow pills
Arcwelder letdown
Mod Fun I can see (everything)
Big Dipper Faith Healer
The Church The unguarded moment
The Ex Hidegen fujnak a szelek
Title Tracks Every little bit hurts
Prismàtics Animalons (bitxo)
Jacuzzi Boys Island Ave.
Los Relámpagos Nit de llampecs
Blitz New age

Dash Shaw: Capturando a los Loony


"Mi pasado anda junto a mí”, dijo el aguafiestas de William Golding en Caída libre, “Mantiene mi paso. Son esas caras grises que miran por encima de mi hombro”. Dash Shaw, novelista gráfico revelación del 2008 y enchufao de la crítica, comparte con él la obsesión por el pasado y los malos recuerdos; una obsesión que ya había expuesto en su anterior trabajo, La boca de mamá. Shaw, un talentoso y odiable autor (lo tiene todo: guapo, joven, alto, flaco, inteligente y sensible. Es para matarlo), pasa por la vida como un personaje de Camus, roído por la duda, el pasado y la culpa. O al menos eso es lo que se desprende de la obra de este veinteañero de Richmond (Virginia); quizás en realidad sea un calavera. En cualquier caso, de su pluma emergen emoción y memoria a raudales, combinados en un cubata de penuria que le deja a uno hecho un asco.

El ombligo sin fondo es una maravillosa novela gráfica. Es, sin duda, uno de los mejores cómic books que he leído. No es cursi como el Blankets de Craig Thompson, ni cínico, anti-belleza y anti-humanos como Daniel Clowes (que a veces parece el pitufo cascarrabias); en mi opinión, Shaw usa la perfecta mezcla de sobriedad, sinceridad, sentimiento y humor. Sí, humor. Pues en El ombligo..., el artista incluso se permite incluir unas cuantas imágenes gruesas en busca de comic-relief, proporcionando una puntual sonrisa de desahogo que nos aleje del ventanal o botiquín.
El ombligo sin fondo es una Biblia de 720 páginas clasificable como “cómic de comedia familiar con misterio”. Habla de los Loony, cuyos miembros se hallan atrapados durante 6 días en la casa playera paterna. El objeto de esta fatídica reunión es la anunciación del divorcio de los abuelos Maggie y David, casados desde hace 40 años. En el lado receptor del shock están sus tres hijos, ya independizados y, en algún caso, con hijos propios. El mayor es Dennis, un square footinguero y cronista deportivo; está casado con Aki y tiene un bebé, Alex. Shaw le describe como “Homer Simpson with hair” (y la alegría vital de Hamlet, añadiría yo). La mediana es Claire, madre soltera divorciada, maraca viviente de complejos y frustración sexual. Su hija es un tabalot llamado Jill; tiene dieciséis años y en su cuerpo se almacenan todas las neuras Matanza-de-Columbine típicas de la púber yanqui. Y el pequeño es un perdedor llamado Peter. Con 26 años, Peter ya se las ha arreglado para ser un director de cine fracasado y ahora trabaja en un videoclub. Es virgen, y Shaw le dibuja con cara de sapo. La aureola loser de Peter es la fuente del desahogo cómico, aunque no se confíen; unas páginas después va a romperles el corazón. En uno de los momentos más emotivos, el autor le dibuja en una viñeta con su cara real. De algún modo, ese instante da muchas ganas de echarse a llorar.

Narrado con un ritmo glacial (musicálmente: Seam o Slint), la obra nos muestra tanto la historia familiar como la situación actual de sus personajes y la forma en que interactúan. Muy poco, se lo digo ya; la mayoría de Loonys están demasiado enmarañados en su paranoia para prestar demasiada atención a los demás y, excepto Dennis (que monta un par de pataletas), nadie parece afectado por el divorcio. Como sucede en todas las familias, los Loony están llenos de cosas no dichas, traumas irreparables y recuerdos contradictorios. Como en todas las familias, yace en su subsuelo una bolsa de objetos enigmáticos y acciones misteriosas; no en el sentido de abducciones alien o fantasmas, sino más bien en cuanto a secretos, silencios y escondrijos del alma. No les cuento más. El Ombligo sin fondo es bellísimo, tristísimo y -si no son androides- va a emocionarles como nada. Vayan ahora mismo a por él.
Kiko Amat

El ombligo sin fondo
Dash Shaw
Apa Apa Còmics
720 pàgs.
Traducción de Elisabeth Massana

(Artículo publicado originalmente en el suplemento Cultura/S de La Vanguardia del 19 de agosto del 2009)

Bacharach: Para cantarlas al viento


Sucede a menudo con el GAS (Great American Songbook); uno lo lleva dentro mucho antes de haber reparado en su presencia. Además de tener un nombre ideal para hacer juegos de palabras excrementicios, el GAS son todas esas canciones de Broadway/Brill Building de los 20’s-50’s que ustedes han cantado sin saber el cómo o el quién. Cole Porter, Gershwin, Irving Berlin, etc. Compositores de canciones cuyas notas les sobrevivirían para siempre. Dejando de lado a los geeks con problemas de retención de información como un servidor, la mayoría de la gente no tiene ni idea de quién escribió Summertime o The way you look tonight; ni falta que hace. Es glorioso cuando algunas creaciones de la cultura popular cobran vida propia así y empiezan a existir en un limbo autosuficiente, cercenadas de quien les dio vida.

Burt Bacharach, prolífico y tardío miembro del GAS (inserten ruido soez aquí), sufre o goza de la misma tesitura. Una vida entera componiendo operetas pop para luego verlas marcharse de su vera como ingratas hijas adolescentes. O es que me dirán que cada vez que danzan beodos en bodas I say a little prayer, con la corbata atada al cráneo e insólitos meneos Austin Powers, se les aparece el careto de Burt. Si acaso, piensan en Aretha Franklin; pero la mayoría de las veces ni eso. Las canciones de Bacharach son cosas que viven por sí mismas y pasan de boca en boca sin mención alguna al autor, como los chistes verdes y los cigarrillos de marihuana. Imagino que llegar a ese punto es como haber coronado la cima más alta de un creador: el haber dado... -griten aquí con voz de Doctor Fronkostin- ¡VIDA! Por supuesto, la vanidad de uno queda aplastada como un gusano repugnante, pero es el precio que hay que pagar por la inmortalidad.

Esta situación no es exclusiva del mainstream, sino que también suele darse en subculturas pop. En el northern soul, por ejemplo, Long after tonight is all over de Jimmy Radcliffe, ese temazo de aureola olímpica que formó parte de las “3 before 8” (las tres que cerraban cada noche del club Wigan Casino hasta su cierre en 1981) existe sin Bacharach, pese a ser de él. Lo mismo sucede con Tower of strength de Gene McDaniels, Any day now de Chuck Jackson o I just don’t know what to do with myself de Tommy Hunt. Tal vez sea porque en ambientes soul se da más importancia a la entrega del cantante -a su sinceridad, pathos y emoción- que a la canción en sí, pero a pocos soulies les importa el autor. Lo mismo sucede con los fans del 60’s punk, devotos de la versión de My little red book que hacían Love; yo mismo no me enteré de que era de Bacharach hasta pasados unos años, e incluso entonces la tierra no tembló.

Por supuesto, con los años -abandonada la búsqueda de trepidancias inmediatas típica del teenager- uno aprende a respetar la faceta del compositor, y luego a serle devoto. Uno se da cuenta de que, por brillante que sea la versión que Isaac Hayes hizo de Walk on by en 1969, no hubiese podido cantarla si no llega a ser porque un judío de dentadura incandescente la escribió en 1964. Alguien colocó ese perfecto “Foolish pride...” donde toca, alguien distribuyó crescendos aquí, alguien sugirió meter esa armada de violines allá. Y ese alguien fue Bacharach, sentado al piano con sus cardigans de tono apastelado. Su existencia es la negación más absoluta de la máxima punk de Todo El Mundo Puede Hacerlo. Porque la verdad es que no todo el mundo puede; hay que ser un genio, para hacer esto.

Eso no quita que a lo largo de todas estas décadas Bacharach no haya dejado caer inadvertidamente alguna boñiga sonora. Lo ha hecho, y de forma letal, aunque no creo que haya que juzgarle duramente. Después de habernos regalado a los humanos The look of love o cualquiera de las mencionadas, qué importa si también se le escapó la viscosa Raindrops keep falling on my head, o What the world needs now is love, que es La Canción más Babosa Jamás Escrita (Coldplay la versionearon post-9/11: búsquenla en You Tube, y lleven bolsa de plástico). Si aprenden a vivir con los inevitables daños colaterales de Bacharach podrán seguir gossando la conga que se ha ensamblado con I say a little prayer. Que está ahí para que ustedes la bailen. Son-son. Para cantarla al viento.

Kiko Amat

(Artículo publicado originalmente en el suplemento Cultura/S de La Vanguardia del 15 de julio del 2009)

Pepitas Favoritas

La editorial de Logroño Pepitas de Calabaza les ofrece un curso acelerado de anarquismo y vanguardias sin sopor ni dogma.

Si han sido ustedes alguna vez fans de algo (y quiero decir fan a muerte; no se trata de que algo les “guste”) recordarán la pasión, la defensa partisana y la identificación completa que ello conlleva. Esta sensación de pertenencia, tan habitual en el mundo de la subcultura juvenil o las vanguardias, es más bien rara en el mundo editorial; realmente, no existe en nuestro país casi ninguna editorial que seguir ciegamente. En los 70 y 80, si recuerdan, era Anagrama: Brautigan, Burroughs, McInnes, Southern, Fante, Vonnegut, Vaneigem... Cada libro, una epifanía. Libros que cambiaban opiniones, que creaban obsesiones y capgiraven vidas. El monetarismo y la ceguera han limitado radicalmente esta situación, hoy rarísima, y toda España parece conquistada por la estulticia editorial. ¿Toda? ¡No! Una pequeña aldea de furia y razón sobrevive al norte del país. Sin egos ni afán de lucro, la pequeña editorial Pepitas de Calabaza se las ha apañado para erigir un catálogo coherente y acorde a una Idea, a la vez que heterogéneo y colorido.

Además de un nombre sacado del Amanece que no es poco de José Luis Cuerda, Pepitas de Calabaza lo tiene todo para el fan ilustrado: son muy izquierdistas, pero no atienden a dogmas. Son filo-anarquistas, pero se niegan a pasar por la chapuza y la ortografía pobre. Sus libros son hermosos, portadas cucas y tamaño bolsillo, y sin embargo son muy poco diseñadores (pronunciar esto con mueca de oler vómito). Dicho de otra manera: aman el diseño gráfico sin ser gafapastas que han puesto el cartel de En Venta en sus culos. ¿Qué más? Adoran las vanguardias, pero no les deben obediencia; sacan libros de situacionistas, surrealistas y dadá, pero si se merecen una colleja se les da. Y, finalmente, tienen sentido del humor, otra rareza en su mundo; uno de sus carteles agit-prop es una imagen de Marx exclamando “¡Me cago en todo lo que estudiao!!!”. Desaprender para aprender: esa es su idea.

Si ustedes también desean auto-reeducarse este verano, y les atrae la idea de rescribir la montaña de crueldad neoliberal que nos enseñaron en EGB, o les gustaría darle un sentido a su existencia que no esté vallado por el escalafón laboral o la democracia representativa; y, encima, quieran hacerlo pasándolo bien... No busquen más. Metan Pepitas en el bolsillo de las bermudas pero ya. Nunca en la historia editorial tantos lectores les debimos tanto a tan pocos.
A continuación les ofrezco mi Top 5 personal:

1) Émile Armand El anarquismo individualista.
Si ustedes también se quedaron dormidos tratando de leer La conquista del pan de Kropotkin, y disfrutaron más en la última visita al proctólogo que leyendo ¿Qué es la propiedad? de Proudhon, no se apuren. No es que sean malos anarquistas; es que están leyendo sólo los tochos. Vean sino el bueno de Émile Armand (1872-1962) y su anarquismo individualista: divertido, sensato, repleto de llamadas al gozo, el fornicio y la desobediencia, bien explicado y absolutamente moderno. Como Max Stirner pero sin el molesto tic de negar a Dios cada dos frases (en serio, Maxi; ¿a quién le importa?). Dijo Armand: “La vida es bella para el que supera las fronteras de lo convencional”. Ya te digo, jefe.

2) William Morris Cómo vivimos y cómo podríamos vivir.
No sé que puedo decirles de Morris sin echarme a sollozar como una institutriz. Pueden tomar el título de este libro de forma completamente literal; realmente es un manual de socialismo utópico (en las antípodas de la socialdemocracia) para liberar al hombre y hacerlo mejor. Auténtico mártir de la causa (en su época tenía a Todo El Mundo en contra), Morris es tan inspirador que la Marvel debería hacerle superhéroe: SuperMorris. “Además del deseo de producir cosas hermosas, la pasión rectora de mi vida ha sido y sigue siendo el odio a la civilización moderna”, dijo, el tío. Una frase para tatuarse o, mejor, para poner en una pancarta y tomar Barcelona.

3) Jean-Marc Mandosio En el caldero de lo negativo.
Regálenselo a todos esos memos que repiten el ideario situacionista sin pasarlo por el tamiz separador de razonable/risible. Pero no es éste un libro reaccionario; todo lo contrario. Mandosio es un señor al que le encantaría creerse todo lo que aullaban alcoholizadamente los situs, sólo que no puede superar esa ingenuidad milenarista-infantil tan suya (cuando llegue “el incendio”, la sociedad tecnológica se reformará mágicamente; así: ¡chiki-chak!). Este libro es el perfecto companion para Debord/Vaneigem; no les lean sin él a mano o acabarán haciendo alguna bobada.

4) Miguel Amorós Golpes y contragolpes.
Amorós es el anarquista contemporáneo a seguir. El único que efectúa un análisis no-claudicativo de la situación actual sin proclamas ridículas, ni absurdas esperanzas milenaristas de que llegue “la revolución” (otra vez: ¡Magia!), pero muy especialmente sin la menor esperanza en el sistema productivo industrial. Cuando leí por primera vez cosas como “La técnica no es neutra; nunca lo es. No es políticamente inocente” o cuando se mete con “los apologistas posmodernos del orden establecido”, mis aplausos y vítores se escuchaban en Port de la Selva.

5) Pablo Martínez Zarracina Resaca crónica.
Un excelente ejemplo del cachondeo vital que se llevan los Pepitos. Una selección de las crónicas de la Semana Grande de Bilbao que el autor publicaba diariamente en El Correo tras haber salido por ahí hasta las mil (es decir, que el muy bilbaino las escribía con todo el resacón). Para que pillen el tono, un ejemplo al azar de las verdades proclamadas en su columna: “Es sabido que nuestras mejores ideas se nos han ocurrido siempre de madrugada, en establecimientos de escasa reputación y rodeados de individuos de ojos vidriosos y aliento flamígero”. Tronchante, no me digan; además de cierto como la vida.

Kiko Amat

http://www.pepitas.net/

(Estas recomendaciones de verano fueron publicadas originalmente en el suplemento Cultura/S de La Vanguardia del 1 de julio del 2009)

Alastair Sim: El cómico de la triste figura


Optimum Classics reedita algunas de las películas clásicas del cariacontecido actor escocés, epítome del Scrooge fílmico

En 1999, en un día de aburrimiento, unos amigos ingleses me escribieron -en una servilleta de pub- una lista de películas inglesas para tardes lluviosas de té y calcetines. Clásicos perennes de los 40-50-60’s, viejas glorias para-todos-los-públicos de las saturday matinees que formaban parte de la fibra cotidiana de sus infancias. Fue duro, leer aquella lista; para alguien educado en el one-upmanship, o arte de quedar siempre por encima de los interlocutores, admitir que no conocía ni una sola de aquellas películas requirió un esfuerzo de humildad que estranguló mi próstata.
Dios, la vergüenza.
Pero bueno. Les alegrará saber que, finalmente, sorteé el trance de la manera en que siempre lo he hecho: mintiendo como un miserable y, más tarde, adquiriendo de estranjis todos y cada uno de los filmes apuntados. Y desde aquel día exhibiendo mi conocimiento sobre el tema de manera nauseabunda.
Con los años, visionando con más calma aquellas películas descubrí su común denominador. En Hue and cry (1947), The happiest days of our life (1950), The belles of St.Trinian’s (1957), School for scoundrels (1960) y otras aparecía siempre un secundario ilustre, a veces agazapado en casi cameos, a veces robando el protagonismo de manera tan brutal como natural. Aquel señor, feo como un demonio y calvo como un melón galia, se llamaba Alastair Sim.
En Inglaterra, su jeto de úlcera duodenal es más conocido que el perfil monárquico de las monedas. Allí es como José Luis López Vázquez: una institución eterna. Patrimonio nacional. Su omnipresencia durante más de sesenta años en el equivalente inglés de nuestra Sesión de Tarde ha hecho que nadie mayor de 20 pueda confundir su expresión de autoinserción rectal, sus ojos sapunos, su boca de barbo. Porque Sims nació con aquel tipo de cara, la de acidez estomacal perpetua; la que -como diría Bill Hicks- provoca que perfectos desconocidos se acerquen para preguntar “¿Pasa algo malo?”.

Lo de López Vázquez no lo dije al zorrombullón. Ambos eran actores de la vieja escuela, artistas sin pocos reparos a la hora de escoger guiones pero paradójicamente dignos. Aunque en ocasiones recaía en ellos el papel de protagonista, lo habitual era que fuesen segundones roba-escenas, el terror de los malos galanes de la época. Los dos desarrollaron una elegante despreocupación por el travestismo en sus papeles, y algunas de sus actuaciones más memorables se hicieron con faldas y a lo loco (Sim en la popular The belles of St.Trinian’s). Ambos se especializaron en un papel típico: el freak titubeador con voz de ocarina pisoteada, mirada lasciva, comportamiento inquietante y fatalismo histriónico. Hay una última coincidencia Sim-Vázquez, y es que hay que ir con pies de plomo a la hora de ver sus películas; tanto el uno como el otro tomaron parte en algunos bolodrios de campeonato.

Un menda canelo
Alastair Sim nació en Edimburgo el año 1900 y murió de cáncer el 1976 en Hampstead, Londres, donde había vivido toda su vida. A lo largo de esos 76 años de vida actuó en la friolera de 61 películas, algunas de ellas increíbles y otras que son para salir huyendo; e incluso en éstas, él siempre brilla, infalible. Sim era un tío molante al que hay que admirar por más cosas que por sus aptitudes dramáticas. Rechazó el knighthood que le ofreció la monarquía hacia el final de su carrera, continuando una tradición anti-institucional que había inaugurado su señor padre. Aunque sin el título de “Sir”, Sim Hijo fue un actor honesto que rehusó durante toda su vida hacer publicidad, considerándola (correctamente) una prostitución irreparable del espíritu y el arte. Esto, no obstante, dista de implicar que fuese una artistaza especializado en papeles “difíciles”: Sim -como López Vázquez- hizo de todo y mucho, y no se le caían los anillos a la hora de salir en obras para niños, como cuando hizo de Capitán Garfio en la versión teatral de Peter Pan.
Deberían ver las cuatro películas mencionadas al principio, pero bajo tortura les confesaré que la e-sen-cial es School for scoundrels (Robert Hamer, 1960). Está basada en los libros cómicos de Stephen Potter, esas parodias de la autosuperación que fueron tan populares en la Inglaterra de los 40 y 50. En ella Sim interpreta al propio Potter, convertido aquí en director de la escuela de Lifemanship en Yeovil, donde se enseña la ciencia de “estar siempre un lugar por encima de nuestros oponentes” (estos, explica Sim, son “todo el mundo”). Sim se encarga de adiestrar al lechuguino loser que interpreta Ian Carmichael, angustiado por su derrota en las lides del amor frente a un vil y pijísimo Terry-Thomas (otra gloriosa institución UK; ustedes le recordarán de mayordomo de Jack Lemmon en Cómo matar a su esposa). Joroba, qué alegre película es Scoundrels; verla es más divertido que beber. Casi.

¡Paparruchas!
Sé lo que estan pensando: No he visto ninguna de estas condenadas películas, pero esa cara penosa me sigue sonando. Claro que sí; es por Scrooge (1951), hombre. Aquí traducida como Cuento de Navidad, único cruce entre la TV navideña clásica 60’s-70’s española e inglesa. Sim es aquel Mr.Scrooge rencoroso y huraño (y, al final, bueno como el pan) que todos los niños recordamos haber visto por TVE un día de Sant Esteve sí y el otro también; el molde en que se basaron todos los demás Scrooge fílmicos. Y no sólo Scrooges. La anécdota definitiva para demostrar el estatus de Sim es que Alec Guinness admitió haber basado en él toda su actuación como villano neurasténico en El quinteto de la muerte (1955). Le copió de tal manera (imitando gestos, porte, incluso su cara) que en el futuro Sim sería congratulado más de una vez por un filme en el que no aparecía. Qué cosas.

Kiko Amat

(Artículo publicado originalmente en el suplemento Cultura/S de La Vanguardia del 5 de agosto del 2009)

The Housemartins: (Soul) boys are back in town


THE HOUSEMARTINS
London 0 Hull 4
Mercury 1986

Por unos instantes reinó la confusión. Vi el video de “Think for a minute” por TVE en 1986, y todos los referentes eran correctos: Rickenbakers, look soul boy, cardigans y loafers, pop refinado y voces Bill Withers. Sin duda, eran de los nuestros. ¿Por qué, entonces, eran fans suyos los tíos más capullos de mi instituto (los de la sudadera Mistral y Sebagos)? Una confusión únicamente española, sin duda, como las comparaciones con The Smiths. Si uno quiere situar a The Housemartins, hay que clavarlos entre la dialéctica marxista-pop cabreada por un lado y el estilo mod-casual con discos negros por el otro. The Housemartins habitaban el mismo universo que Dexys, The Style Council y Redskins, sólo que se lo tomaban con más humildad que ellos (quizás por ser de Yorkshire). Pero uno no puede hacer caso de la ironía auto-menospreciativa que exhibían: The Housemartins eran grandes. Uno sólo tiene que escuchar el álbum de debut: ingenio, energía pop (Undertones, Jam) pero sensibilidad soul y gospel (Al Green, “early Motown”), potencial para el hit, sencillez, pasión, elegancia modernista (Gabiccis, Fred Perrys y Pringles), humor fino (ver título del LP) y -al contrario que los llorones de Manchester- rabia política. Mucha gente (aquí) no percibió que todas las canciones de Housemartins eran marxistas; incluso las lentas. Especialmente las lentas. “Flag day”, su primer single, era un canto anti-beneficiencia. “Sheep” un grito contra la derecha rural inglesa. ¿“Happy hour”, que parecía una oda tontuela al beber? Era una denuncia del sexismo de pub oficinista. Por no hablar de los himnos revolucionarios “Freedom” y “Get up off our knees” (“No esperes a mañana para pegarle un tiro a alguien / A quien puedas pegar un tiro hoy”). Un disco glorioso, aquí aumentado con hermosas rarezas (algunas de ellas ya recopiladas en Now that’s what I call quite good, otras no) que son hits alternativos: “I’ll be your shelter” (explosiva versión gospel de The Messengers), un “People get ready” a capella, la gloriosa cara B “The Mighty Ship” (Booker T de anfetas), la melancólica “I smell winter” o el rompepistas “Drop down dead”. Una cosa excepcional, vamos.
Kiko Amat

(Crítica publicada previamente en la revista Rockdelux de septiembre del 2009)

2 de set. 2009

Rompepistas last stance

Esto sí que podría ser la última entrevista sobre Rompepistas, publicada en el periódico Avui y realizada por Oriol Rodríguez.

http://multimedia.avui.cat/pdf/09/0726/090726plaers008.pdf

http://multimedia.avui.cat/pdf/09/0726/090726plaers009.pdf

Northern soul; este artículo no está en venta

Un excelente artículo coral sobre el northern soul (estructurado pulcramente por Roberto Herreros para Ladinamo) en el que colaboramos al lado de amigos de gran sapiencia y viejo fanatismo norteño como Paco Pascual, Pol Malone, Ady Croasdell, Miqui Puig y Alan Handscombe.
Nos pertenece el artículo Northern soul: este artículo no está en venta y el Top 10 de soul del norte.

http://www.ladinamo.org/ldnm/articulo.php?numero=30&id=765

¡Pioneros! #2: Stewart Home


¿En qué momento de tu vida has sido más feliz?
Esta mañana.

¿Cuál es tu mayor temor?

El grupo de hardcore punk americano Fear (N del T: Esto es una broma de Home. Temor es Fear en inglés). No soy un gran fan del hardcore pero me gusta su “I don’t care about you” y el “I love living in the city”. La única cosa de la que hay que tener miedo es del propio miedo.

¿Cuál es tu primer recuerdo?

Estar en un ferry rumbo a la Isla de Wight en 1964, cuando tenía 2 años. Llovía y yo estaba bajo un toldo a rayas en la cubierta. Pero quizás éste no sea mi primer recuerdo. Conservo muchos recuerdos del centro de Londres del mismo periodo, pero quizás me acuerdo más del ferry por lo inusual del asunto comparado a lo cotidiano de coger el metro con regularidad.

¿A qué persona (viva) admiras más y por qué?

A mí mismo. Todo el mundo debería admirarse principalmente a sí mismo.

¿Cuál es el rasgo que menos te gusta de ti mismo?

Mi modestia.

¿Cuál es el rasgo que menos suele gustarte de los demás?

La falta de sentido del humor.

¿Dónde te gustaría vivir?

El Londres de los 60’s.

¿En qué época histórica te gustaría haber vivido?

Londres de los 60’s/70’s pero como adulto, para poder ver grupos como los Who y los Creation tocando en clubs pequeños.

¿Cuál sería tu superpoder?

Soltar faroles, pero puesto que ya lo poseo quizás cantar como Aretha Franklin.

¿Qué te deprime?

La ignorancia y la estupidez.

¿Has estado alguna vez en una pelea?

Muchas veces, de adolescente. Pero los mejores luchadores no necesitan luchar, como Bruce Lee deja bien claro al principio de Enter the dragon. Soy un gran fan del arte de luchar sin luchar.

¿Matarías?

Preferiría no tener que hacerlo, pero hay circunstancias en las que ello sería inevitable. Soy vegetariano, pero no pacifista.

¿Quién haría de ti en el biopic de tu vida?

Pamela Anderson.

Haznos una lista de tus (4 o 5) libros favoritos.

Tainted love, 69 thing to do with a dead princess, Slow death y Blood rites of the bourgeoise (se publica el año que viene). ¡Todos míos, por supuesto!

Si es posible, Haznos una lista de tus (4 o 5) discos/canciones favoritos.

Eddie Harris The electrifying Eddie Harris
Link Wray Walking with Link
Lee Perry Scratch The Upsetters again
Willie Mitchell Ooh Baby, you turn me on
The Real Kids The Real Kids

¿Vinilo, CD o MP3?

Vinilo para dub reggae y grooves de baile pesados que requieran gran cantidad de bajo. CDs para pop y Motown y rock, MP3 por la comodidad (pero el formato OGG compartido es mejor que el MP3; ojalá lo usara todo el mundo)

Haznos una lista de tus (4 o 5) películas favoritas

At midnight I’ll take your soul (Coffin Joe)
Last year at Marienbad (Alan Resnais)
Female prisoner 701 Scorpion: Beast stable (Shunya Ito)
Persona (Ingmar Bergman)
Succubus (Jess Franco)

¿Cuál es tu olor favorito?

Café.

¿Y tu comida?

Curry.

¿Y tu bebida?

Café.

¿Cómo te defines políticamente?

Izquierda.

¿Qué es lo que menos te gusta de tu aspecto?

Mi nariz (podría ser más pequeña).

¿Cuál es tu placer culpable?

Ver mi nombre impreso.

¿Qué les debes a tus padres?

Mi guapura y mente afilada vienen de mi madre.

¿A quien invitarías a tu fiesta ideal?

Pamela Anderson, Naomi Campbell, Carmen Electra, Angela Mao, Jennifer Lopez, Meiko Kaji... Y Soledad Miranda si se la pudiese revivir con la hermosura que exhibía el 17 de agosto de 1970.

¿Qué palabras o muletillas usas más a menudo?

A groove sensation...

Si pudieses cambiar tu pasado, ¿Qué cambiarías?

Unas cuantas malas decisiones que tome sobre grupos que tenía que ir a ver, cuando todavía iba al colegio (en 1976/77) y no tenía suficiente dinero para ir a todos los conciertos que me apetecían. En mayo de 1977 debí haber ido a ver a los Ramones en lugar de los Stranglers. Posteriormente vería a ambos grupos varias veces, pero... También borraría las veces en que no me dejaron entrar a conciertos por ser menor de 18, incluyendo uno de los Stranglers en enero de 1977. El cabreo que cogí porque no me dejaran entrar a aquel fue lo que influyó en mi decisión de ir a verles a ellos en lugar de a los Ramones el mencionado mayo de 1977.

¿Cuando fue la última vez que lloraste, y por qué?

¡Cuando recibí estas preguntas, por la felicidad que me inundó al saber que vería mi nombre publicado en Catalunya!

¿Cómo te relajas?

Café o ejercicio.

¿Has estado alguna vez a punto de morir?

Tuve una experiencia cercana a la muerte en el Museo de la Infancia de Bethnal Green, en el invierno de 1984. Entré allí huyendo del frío, porque no tenía casa y estaba viviendo en casas de amigos. Sentí como me propulsaba fuera de mi cuerpo en un acorde de plata hacia un montón de luz dorada. Pensé que estaba muriendo, y fue una experiencia muy feliz. Pero entonces un guardia jurado del museo me sacudió y me preguntó si me encontraba bien. Me costó un poco volver a la realidad después de aquello.

¿Qué consideras tu mayor logro?

Dejar aquel museo con vida en 1984 (a pesar de haber sido una experiencia tan placentera).

¿Qué te hace dormir mal?

Café.

¿Qué canción o canciones te gustaría que sonaran en tu funeral?

“Burn, baby, burn” de Mel Williams y “Disco inferno” de los Trammps

¿Dónde te gustaría estar ahora mismo?

Riba-Roja d’Ebre.

¿Cuál es tu posesión más preciada?

El book de modelo de mi madre y los recortes de prensa en que aparecía.

¿Cómo te describirías a ti mismo?

A groove sensation!

¿Cómo te gustaría ser recordado?

Como el primer hombre que cometió adulterio en Marte (aunque para ello tendría que casarme, y casarme no es lo mío)

(Stewart Home es un escritor inglés "de culto", aunque él odiaría esta palabra. Fieramente working class y ex-punk rocker, fue también Neoísta y es un reputado experto en vanguardias culturales. Hay demasiados libros suyos que son importantes para La Escuela Moderna, pero entre los ensayos están El asalto a la Cultura, Cranked up really high, Neoism, plagiarism & praxis y What is situationism? A reader. Home también escribe novelas, como la literato-porno 69 things to do with a dead princess y el homenaje al pulp pandillero skinhead de Richard Allen que es la gran Red London)